01 mayo, 2010

Nubes de Abril – Alexandra Mora

Este post fue enviado por Alexandra Mora a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias por tu contribución, Alex.

Novela de Amor, Locura y Desamor tremendamente enganchadora donde la pasión va atada siempre al peligro, donde nada resulta ser lo que parece y donde el amor está por encima de la razón.

El éxito de Nubes de Abril es porque está escrito en un lenguaje impecable, con una visión del mundo desde el mismo ángulo y la misma perspectiva que tienen los lectores, un panorama de la sociedad con sus mismos sufrimientos, sentimientos extremos, prejuicios, ilusiones, obsesiones, problemas y características. Los lectores polemizan, se cuestionan y se identifican inmediatamente con los conflictos, con los personajes, incluso con la manera de resolver los problemas, y con su profunda ideología colmada de reflexiones filosóficas. Su forma de escribir llega a todo el mundo, no solo entretiene, engancha, apasiona, sino que distrae, nos hace levantar los pies del piso, llorar, angustiarnos y hasta reír a carcajadas porque genera complicidad. Sorprende la inmensa habilidad de la autora para representar y estructurar esta historia de tentación autodestructiva, de naufragios y regresos, universalmente conmovedora, de un amor sin beneficio para nadie…donde la vida se desparrama en honor a la experiencia trágica del amor.

Los personajes nacen de ficción y fantasía, de realidades vividas y de ocurrencias mezcladas con la esencia de la memoria, donde la habladuría va atada al intelecto mezquino, y el riesgo a lo ingenioso. En él los correos electrónicos y los mensajes de texto (equivalentes a las cartas de amor de viejos tiempos), que se envían los protagonistas tienen un gran significado porque rescatan las pasiones, los sentimientos, el dolor, la diferencia de valores y principios entre los personajes, confirmándole a los lectores que "las cartas de amor" no pasan de moda, siguen vigentes, son un "viaje fantástico", tienen su propio ritmo, así el medio usado sea el internet, dándole así un estilo refrescante.

Abril Tossa, una cirujana experta en rostros, intensa, arriesgada, irreverente, amante de todo lo que no es intercambiable por dinero, apasionada, creativa, sensible, con carácter y a la vez divertida, se enamora equivocadamente de Maikol Sade, quien logra seducirla y conquistarla utilizando todas las tácticas, trucos, secretos y estrategias posibles. Maikol, este ser definitivamente "inclonable", se dedica al "arte", a su taller de diseño, a coleccionar juguetes, a las falsas sonrisas, a la práctica de deportes extremos y a la estafa emocional. En apariencia es un atractivo cazador, pero en la realidad, es un seductor, un timador y un vividor profundamente desleal, oportunista, controlador, experto en comunicaciones paradójicas, en contradicciones y sin escrúpulos, con el cual sería una utopía pensar en alguna estable convivencia. Es muy hábil en detectar quien y cuales conexiones le sirven. Ella, por amor y por no ceder a las presiones externas, lucha por conservar la relación, pero el sadismo, la traición, las confabulaciones, la manipulación, los cambios abruptos de comportamiento, los gritos súbitos injustificados, la velocidad y la crueldad de Maikol llevan al mayor reto de Abril que es ir quitándole poco a poco las máscaras, hasta lograr descubrirlo... y sin anestesia! Solo su gran inteligencia y nobleza la impulsan a denunciar y a dar solución acertada a semejante encrucijada.

En el caso de mi personaje Maikol Sade es una simbiosis de rasgos del hombre que en aras de que "ama" a una mujer asume actitudes dominantes y avasalladoras hacia la mujer que dice y jura amar para toda la vida (siempre anda buscando una mujer bien rodeada, exitosa, dinámica, sociable, atractiva, alegre, con personalidad bien estructurada que acepte casarse o convivir con él).

En muchas situaciones el hombre Maikol Sade es aquel que en el proceso de enamorar a una mujer es espectacular y luego cuando cree que ya es suya, ese Maikol Sade, parecería que se quita las mascaras del hombre perfecto, y aparece un rostro de hombre temperamental, dominante, manipulador, depredador, humillante, controlador, descalificador, generador de miedo con una necesidad extrema de drenar y oprimir, que se siente superior en todo a su mujer que es en realidad su proveedora, su mayor fuente de energía, y a la que entre otras cosas utiliza para limpiar su pasado. El saber y la razón hablan, la ignorancia, los celos y el error gritan. Todos los hombres sin clase, que no tienen nada importante que decir amenazan, se descontrolan, protagonizan escándalos y hablan a gritos. La violencia es el recurso del incompetente y lleva implícita en sí misma la debilidad, la inseguridad, la falta de amor propio y el complejo de inferioridad.

Seductor no es siempre un personaje negativo. La seducción es parte del encanto que nos trae la vida. Cuando es símbolo de engaño, es el hombre más abyecto, que puede encontrar una mujer, tal y como se relata en "Nubes de Abril". Lo que determina que esa faceta del hombre-seductor sea positiva es la forma permanente del trato a la mujer, después de la conquista o "posesión" a la mujer "seducida". Seducir a una mujer no es solo una conquista.

Muchos de los seductores "perversos" (por ejemplo "Don Juan", "Latin Lover", "Casanova", "Tejeiro el de la novela Café", "Marques de Sade"....) se presentan con adolescencia eterna, buscan mujeres con seguridad económica y/o con buenos contactos, tienen actitudes de romanticismo exacerbado en los primeros tiempos, todo lo que sale mal es culpa de otros, se saben vender muy bien como sabios inversionistas de arte, carros, inmuebles, fincas, lotes y rara vez abandonan una relación, hasta no tener otra en donde enquistarse. Son especialistas de sangre fría, diestros en engañar, falsear y tergiversar, son sagaces, astutos para presentarse como lo mejor, y lo logran porque se dedican a eso, saben cómo engatusar, y descrestar. Es una profesión, viven de eso y se convierten en sutiles y hábiles expertos para atraer (y lo logran), cambian según las circunstancias como los camaleones, porque además les es muy cómodo y rentable, pero simultáneamente son devastadores. Hay mucho en la definición de la condición femenina, que nos hace vulnerables a esas escorias de la sociedad. Una buena pauta es poner mucha atención de como se expresan de las ex que lo han desenmascarado.

Los hombres se sienten identificados porque a ellos también les puede pasar, aunque de diferente manera, y no menos dolorosa.

Infortunadamente para muchos miembros de nuestra sociedad los Maikol Sade, profesionales en la conquista, son más bien elogiados y adulados tanto por hombres como por mujeres. Los hombres llegan hasta a envidiarlos, muchos tratan incluso de defenderlos, solidarizarse e imitarlos y las mujeres caen en la trampa de las "bobas encantadas" por la dificultad que les genera el camino torcido del reto y del desafío de llegar a poseer a estos buitres hambrientos de billeteras, status, contactos e ilusiones. Lo más interesante de esta situación que se repite, es que cada mujer nueva que cae, piensa que en ella el ciclo termina porque en un principio ha sido trasladada mágicamente a las esferas de la dicha, y cree que ella será la última de su lista. Cuando alguien de su entorno trata de prevenirlas o les advierte el peligro en que se encuentran, lo bloquean y distancian, creyendo que lo que les insinúan es para vulnerar su "felicidad". Con el tiempo se dan cuenta que todos tenían razón, pero prefieren ocultar su calamidad y jamás romper su silencio, para no tener que aceptar ni afrontar públicamente su realidad.

¿Han pensado cuantas facetas de Maikol encontramos a diario en personas con quienes por diversas circunstancias hemos tenido algún contacto? Y Bertha, es esa figura de la subconsciencia que nos alerta del peligro, nos advierte, nos previene y hasta vaticina lo que va a ocurrir y con la cual todos nos identificamos. Debemos escuchar nuestra propia "Bertha"... que es la voz interior, la consciencia, la cuestionadora, el fiscal, el juez, el testigo, que nos dice siempre que hacer (por su expresión crítica y cerebral), que nos recomienda ante todo proteger el patrimonio económico, el prestigio profesional, oír los consejos de la gente que nos aprecia, investigar el pasado afectivo, social, laboral y familiar de los Maikol Sades, y nos ordena: "¡huir! (¡Y/o que Dios nos bendiga!)"

El mérito es haberle dado forma a la historia con imaginación y adornarla con recursos literarios muy creativos como los mails, en forma entretenida, mientras se envía un mensaje universal que se acomoda a todas las sociedades, a todas las edades, a todas las culturas, sobre lo fácil que es caer en manos de oportunistas inescrupulosos, que usan mascaras de "partidazos", de "príncipes" (¿príncipes de las tinieblas?), de "reyes" (¿reyes de la comedia?) y de "buenos seres humanos" como lo es " Maikol Sade" que manipulan con sus mascaras a tal nivel que logran que incluso los (las) más inteligentes de su entorno los envidien, los defiendan, los alaben, los apoyen, los promuevan, los levanten hasta las nubes y los vean como "victimas" y no como victimarios!

Es lógico que escribo reflejando elementos de la sociedad en que he vivido, pero la creación literaria conduce a apartarse de los elementos biográficos y traslada al narrador a crear personajes con personalidad independiente. Cuando tenemos algo que contar, hay que aprovechar para expresarlo pues todos hemos tenido un mal amor, y la vida de todos termina siendo una novela. Lo importante de lo publicado es alcanzar a generar polémica, a mover energías, a provocar controversias, a inducir interrogantes y cuestionamientos en cada lector, produciéndole algún tipo de vibración o motín interno. Imagino o evoco situaciones, las congelo como una foto y las visualizo como una película.

El arte de escribir este relato aporta claridad al pensamiento, a la necesidad de descubrir y demostrar que a pesar de los obstáculos se logra triunfar en la vida y que las mujeres no solo somos seres irracionales con un conjunto de atributos fáciles de predecir, descalificar y controlar, sino que hoy en día cuestionan, denuncian, exponen e invierten ese contexto. El género de la novela biográfica nunca será un género puro ni exacto. La creación literaria de "Nubes de Abril", permite ampliar y modificar experiencias, directas y muchas indirectas. Toda novela de "historias de vida" nace de sucesos, los cuales el autor conoce, de experiencias, de sus propias reflexiones, de análisis del escritor, de personas que le narran sus vidas o de terceros.

La vida es una novela, en particular para alguien como yo que la vive con intensidad. En realidad desde mi infancia he buscado escribir y redactar historias, así como también artículos médicos en revistas y periódicos. Es la mejor manera de compartir. Los genes ayudan y el gran ambiente de literatura que siempre me ha rodeado. "Nubes de Abril" es mi primera novela pero no mi primer libro. Mi papa desciende de una familia de escritores y uno de sus hobbies ha sido redactar. Desde siempre he guardado esas imágenes. Hace un tiempo me invadió el demonio creativo que me obligo a sacar el espacio para relatar una novela, con tan buena suerte que le encantó a la Editorial Oveja Negra y me la publicó. Siempre había querido narrar algo no medico. Espontáneamente fueron naciendo dentro de mí, sentimientos que influyeron para convertirlos en expresiones escritas, con descripción física minuciosamente detallada de las caras (mi especialidad), de los lugares, los olores y las sensaciones, que le dieron intensidad a la trama, ritmo al argumento y fuerza a los personajes. Finalmente se volvieron testimonios que le dieron vida a personajes que abiertamente, después de un extremado trabajo creativo, me permitieron convertirlos en "Nubes de Abril".

Yo escribo como un vicio delicioso para mí misma y para que mis amigos se entretengan con mis ocurrencias. Invariablemente pienso en los lectores: en los que leen por morbo, por tratar de encontrar un secreto escondido del autor en las historias, por detectar con mente estrecha el chisme, rollo, intriga, o calumnia, porque simplemente creen que es autobiografía, venganza o testimonio, por identificarse con las crónicas, y en los que leen por enriquecerse de alguna manera, por beneficiarse del relato, interpretando, aprendiendo, sintiendo, apreciando, gozando y disfrutando profundamente el texto como si fuera una partitura.

Quienes han leído esta atrapante y apasionante novela, la definen como un manual para que las mujeres sepan entregar su corazón a alguien que realmente se lo merezca y no teman desenmascarar a los seductores-vividores… todo esto, en los lugares más insólitos, alucinantes y exóticos, entre ríos, mares, selvas, lagunas, desiertos, ciénagas, atardeceres, animales olores, sabores, paisajes inolvidables, y en medio de una avalancha de emociones que van más allá de las palabras.

Quisiera hacerles notar, que Nubes de Abril, es una novela escrita por una mujer en un país donde la inmensa mayoría de las novelas de amor y desamor son "masculinas".

Es mi primera novela, soy una escritora no conocida, y gracias al voz a voz de mis fans y de mis lectores se agotó su primera edición en menos de 90 días. ¡Enhorabuena!

¡Para mí redactar es conseguir comunicar por escrito, incluso en forma irreverente, la emoción de una auténtica aventura!

¡Saludos!

3 comentarios:

gema dijo...

no he leído la novela, pero me gustaría mucho leerla. Me da la sensación que es muy intensa.

Anónimo dijo...

NO SEA TAN MODESTA, PORQUE SE VE QUE ESTO NO ES LITERATURA, SOLO ES NOVELA ROSA A LO CORIN TELLADO.

Cyberastronauta dijo...

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