26 agosto, 2011

La confesión de un creyente no crédulo – Manuel Guerra Campos

Adrián nos envió este post a gclibros@yahoo.com. Muchas gracias por tu contribución, Adrián.

"¿Eres cristiano? ¡No estés tan seguro! ¿No eres cristiano? ¡No sabes lo que te pierdes!". Así se expresa la tapa de esta pequeña pero valiosísima obra que, escrita por un cristiano dedicado a la medicina, concentra muchos de los cuestionamientos que hoy, tanto fieles como sacerdotes y religiosos, nos planteamos. La confesión de un creyente no crédulo permite detenernos a pensar, aunque sea en pocas páginas, en la Iglesia instituida por Jesucristo, desde su historia hasta sus más simples rituales.

La Iglesia está enferma, afirma Manuel Guerra Campos. Se quedó dormida en el tiempo y hoy se presenta como crédula, sacral, clerical e infantil. Crédula, porque creemos tantas cosas que no nos queda fe para creer en lo único que deberíamos creer, en el Dios de Jesús. Sacral, porque todo nos parece tan sagrado (desde el templo hasta el domingo mismo) que tanto encerramos a Dios, que terminamos apartándolo de la vida. Clerical, porque vemos en el sacerdote a un intermediario que en las cuestiones de fe está por encima del pueblo. Y finalmente, infantil, porque no promueve la maduración de sus miembros, sino que alimenta el infantilismo. Así, el autor, pretende una Iglesia que sea menos crédula y más creyente, menos sacral y más humana, menos clerical y más comunitaria, y menos infantil y más adulta.

En una obra muy bien fundamentada, Manuel Guerra Campos presenta una crítica, en sentido estricto de la palabra, de la Iglesia como hoy la conocemos. Adicionalmente, ofrece una perspectiva de futuro que resulta muy interesante a la hora de practicar nuestra fe. Considero que sería bueno replantearnos varias cosas que estamos enseñando a nuestros hijos en su instrucción en la fe. Quizás nos duela o nos avergüence darnos cuenta de ciertas realidades que no queremos ver, pero, como dice el autor el inicio de este libro, "No es posible solucionar un problema, si antes no se reconoce su existencia. No es posible que el enfermo se cure si no busca remedio, porque ya se cree muy sano".

Muy recomendable.

Muchas gracias Adrián.

¡Saludos!

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